miércoles, 21 de marzo de 2012

El pupas, la crisis y una conjuntivitis

Emilio y Paco son primos por parte de madre. Emilio adora a su primo, más que a un hermano y a Paco le pasa lo mismo, pero sus vidas son completamente distintas. Emilio trabaja de funcionario en el Ministerio de Educación, está casado, tiene 3 hijos y la vida le ha sonreído desde que nació. No ocurre lo mismo con Paco, es licenciado en Informática, a su edad todavía vive con sus padres, no tiene trabajo y ni siquiera ha salido con ninguna chica, vamos que se podría decir que son la noche y el día.
Paco tiene mucha envida de su primo, aunque no se lo diga personalmente, sabe que le gustaría mucho llevar su vida. En su círculo de amigos le llaman el “pupas”, porque todo lo que toca lo convierte en desgracia, y lo peor de todo es que se lo cree.
Su vida no va más allá de su casa, la oficina del paro y un bar que regenta donde intenta evadirse de sus problemas, eso sí bebiendo “Eau tuyaux”, ó lo que es lo mismo agua del grifo. Lo llama así para hacerse el interesante en el bar y porque también es lo único que aprendió en un curso de francés, que hizo por correspondencia.
Paco piensa que a sus 34 años su vida va seguir siendo la misma y como dice él: “es que la crisis nos hace llevar este estilo de vida, pero yo estoy contento mientras tenga salud”. El pobre no ve más allá.
Todos los días se acerca a la oficina del Servicio Público de Empleo, para ver que ofertas de trabajo hay ó como último recurso que le ofrezcan algún curso de formación. Llega a la Oficina, bastante aseado y limpio, aunque no tenga trabajo le gusta ir impecable, porque dice que en cualquier momento puede aparecer la mujer de su vida y tiene que estar preparado, se acerca al tablón de anuncios y empieza a leer: “Se busca persona con experiencia en manejo de carretillas, buena presencia y don de gentes… interesados llamar al 555-95-95”,  bueno parece que esto no es para mí -comenta-, sigue leyendo: “Se necesita personal con buena presencia, don de gentes y con francés…”, vaya si se me hubiera quedado alguna palabrita mas del curso de francés hubiera solicitado una entrevista -susurra-, sigue leyendo: “Se buscan personas con conocimientos de informática -hombre mira una cosa que es para mí-, comenta, y tengan buena presencia, se valorará curso de informática, diplomatura ó licenciatura, los interesados deben apuntarse en la mesa B de esta oficina”. Ni corto, ni perezoso se acerca al mostrador de información para que le indiquen donde está la mesa B, una agradable señorita le da instrucciones, mire usted, tiene que rellenar este formulario y coger un numerito de la maquina, después espere a que le llamen, gracias -contesta Paco-, entono sensual y es que como decimos ahora la chica le ha hecho “tilín”, coge el numero y espera a que le llamen.
Mientras rellena el formulario, su cabeza está pensando en la chica del mostrador, la verdad es que no está mal, debería lanzarme -piensa para sí-, pero ¿Cómo lo hago?, mientras piensa como “entrar”, a la chica. Paco es ajeno a todo lo que ocurre a su alrededor, están tan metido en ligar con la chica, que se olvida por completo de que tiene que presentar la solicitud para la oferta de trabajo. Después de darle muchas vueltas a la cabeza, Paco se cabrea consigo mismo y piensa –céntrate, y rellena el impreso, lo presentas y luego a ver qué pasa-, la desgracia se ceba con él, ya que el número se le ha pasado. Bueno a coger otro numerito. Paco se levanta coge otro número y se sienta a esperar, mientras tanto va rellenando el impreso –mira podría preguntarla como se rellena el impreso y así intento romper el hielo-, pero estas tonto, como le vas a preguntar cómo se pone el nombre y los apellidos… ¡¡¡es de pardillos!!! –piensa Paco-, el sigue dándole vueltas al asunto. Bueno voy a ver si el impreso es difícil de rellenar, algo tiene que haber que no sepa rellenar, echa un vistazo al documento y ¡sorpresa!, casilla 7-A índice las veces que ha estado en I.T. ¿Y esto de I.T., que es? -se pregunta-, mira aquí tengo algo para abrir una conversación. Ni corto, ni perezoso se dirige hacia el mostrador, tres personas delante de el esperan a ser atendidos. Le toca, mire señorita, esto de I.T. que significa -le pregunta a la chica-, en ese momento sueña el teléfono, la chica amablemente le contesta, espere un momento, por favor.
 Mientras ella habla, la cabeza de Paco no para de trabajar, que la digo ¿Quieres salir conmigo? Joder Paco, que eso ya no se lleva. Venga piensa ¿Podrías hablar del tiempo? Pues creo que no, voy a parecer un panolis. Hablar de trabajo, no creo que sea una buena conversación, me empezará a decir que si trabaja mucho, que si cobra una miseria. A Paco le empieza a  recorrer un sudor frio por todo el cuerpo y empieza ligeramente a palpitar el ojo derecho, pero mira que es difícil ligar -comenta-, si se le cayera algo al suelo podría empezar una conversación, esta opción tampoco es buena, venga Paco que tu puedes, intentando animarse. La chica cuelga el teléfono. Que desea -le pregunta-, esta casilla ¿Qué significa? -le responde Paco-, la chica le mira y al verlo con las palpitaciones y el sudor en la frente, le pregunta ¿le ocurre algo?, Paco, no no, no pasada nada, un ligero mareo. Por favor siéntese al lado de la ventana para que le dé un poco el aire, -genial piensa Paco-, ahora me apartará en un rincón y se acabo todo. El guarda jurado le acompaña a una silla cerca de la ventana, Paco no hace más que pensar en la oportunidad perdida, intenta respirar y se tranquiliza.
A los pocos minutos se acerca la chica con un vado de agua -se encuentra usted mejor-, le pregunta la chica. Paco sorprendido le da las gracias, es usted muy amable é inconscientemente de su boca sale la palabra… y muy guapa. La chica se sonroja, gracias, -le dice- es la primera vez que me lo dicen, es en ese momento cuando Paco empieza a soltarse y a mantener un diálogo fluido con ella, apenas habrán hablado 5 minutos, pero para Paco han sido una eternidad, deseaba que se parara el tiempo. La chica mira su reloj y le comenta, tengo que volver al trabajo, pero si quieres podemos quedar otro día, mira te dejo mi teléfono. Paco asombrado por los hechos, no da crédito, parece que ha ligado y sin esfuerzo, bueno, eso de sin esfuerzo, le ha costado una palpitación y unos sudores, por lo menos no he tenido que invertir un euro en invitarla a cenar, piensa para sí. Paco sale contento de la Oficina de Empleo, olvidándose hasta de presentar la solicitud para el puesto de informática, el solo piensa en esa chica.
Al llegar a casa Paco, no duda en llamar a Eva, así es como se llama nuestra amiga, y en quedar con ella. Quedan para el día siguiente, para tomar un café, aprovechando el descanso de su trabajo. Paco se siente feliz, durante esos minutos que esta con Eva, todos sus problemas se evaporan cuando esta con ella, el tiempo parece que se para y él se siente, después de mucho tiempo, el hombre más feliz de la tierra. Un día de los que acostumbran a quedar Eva le comenta que Paco ha sido seleccionado para el puesto de informático, aunque Paco, por la emoción, no pudo llegar a presentarlo, Eva que vio los impresos en el mostrador y los presento. Paco se sentía muy a gusto y lleno de alegría, estaba con Eva y después de mucho tiempo iba a ir a una entrevista de trabajo. La entrevista fue todo un éxito y Paco por primera vez tenía trabajo. La relación entre Paco y Eva, iba cada día a mas y este decidió dar un paso más é invitarla a cenar, Eva sin pensárselo le contesto con un sí rotundo, quedaron para el viernes, y Paco tenía 2 días para hacer que la noche del viernes fuera especial para los dos. Reservo el mejor restaurante de la ciudad, se compró un elegante traje y con su primer sueldo encargo un ramo de rosas de Madagascar, las flores más exóticas que existen en la tierra.
El viernes por la mañana Paco se levanto para prepararlo todo, pero una gran indisposición tiro por traste toda la intendencia para Eva, había amanecido con un brote de conjuntivitis. Bueno, no pasa nada -comento-, unos lavados con agua y sal y todo arreglado, eso es lo que se creía él, ni con agua, ni con sal, ni na, de na. Que la conjuntivitis no se iba. Decidió ir a su médico de cabecera para que le recetasen algo. El médico se asusto al ver tal infección en los ojos y le mando un reposo absoluto, incluyendo una baja laboral. Ahora que las cosas me van bien, aparece esta jodida conjuntivitis -le comento al médico-. No me podría dar usted algo para que esta noche estuviera mejor -le pregunto-. El doctor asombrado ironizo, se cree usted que soy la Virgen de Lourdes, no hago milagros, solo soy un médico que intento curar a mis pacientes. Paco se marcho entristecido a su casa, por un momento todo se había desmoronado, su chica, su trabajo…. en fin a volver a empezar otra vez -comento indignado-.

3 comentarios:

  1. Vaya con el culebron pero no lo has terminado.
    ¿tendra segunda parte? :-[

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  2. Todo a la vez, no. Si hay una segunda parte ya os enterareís.

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  3. ¿Un bar que regenta? ¿pero no está en paro?..... uy uy uy la economía sumergida......

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